Aquí sigo maldita eternidad, sigo con las palabras en la boca y el sentimiento en el pecho, con las ideas en la mente y las manos quietas ¿El prejuicio? ¡Si, aquí está! Haz algo útil y ¡Llévatelo, llévatelo todo! ¡Lejos, no lo quiero, no!
Emma y yo seguimos aquí, en Tostes, confinadas en una prisión sin salida. Es tan fácil decirle a la otra que salga, si, tan fácil... Pero, ambas seguimos en el mismo lugar, sin movernos, cosiendo un vestido para ser perfectas, para lucir hermosas y que nadie nos vea, para morir bellas.
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