Cómo Lázaro se asentó con una Blog-escritora, y de lo que con ella pasó

Volvióse, mi querido Lázaro, un hombre de bien, viviendo en buena casa, con fiel mujer y pan en mesa... por siempre jamás.

Volvióse, su compañera, una escudera ante la vil humanidad, viviendo en buena fantasía, con fiel amigo y mente en mesa... por siempre hasta mañana.