¿Recuerdas las noches de azotes en las llanuras? Las mil flexiones, y eran sólo 8 o 9 las veces que me había odiado.
Y cuando la incapacidad apropiada destruyó la radiación de tu alma, cuando regresaste sin zapatos, cuando palpitaste una noche entera, cuando una mujer rasgó lo último.
No; nunca, nunca lo dudaría.
Y cuando la incapacidad apropiada destruyó la radiación de tu alma, cuando regresaste sin zapatos, cuando palpitaste una noche entera, cuando una mujer rasgó lo último.
No; nunca, nunca lo dudaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario