Frente a la luz de la muerte múltiple vi tres cadáveres vivos llenos de furia, muertes con propósito, destinos fatales en sueños que no tienen intérprete ni adoración. Y esa blanca luz indomable llena de fantasía, sus palabras lentas y violentas, gritos imaginarios e indiferencia amorosa; incluso podría llevarla de la mano a mi madriguera y quitarle la vida a bocanadas y mordidas, matarla mientras estoy sobre ella o cuando, en la madrugada, todo vuelve a empezar. Te quedas, son movimientos sin sentido en este camino.
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