Chicas, mujeres, damas, señoritas ¿Es porque soy negro?

Cuarto para damas

¿Dama? ¿Yo o tú? Tal vez ninguna. Y aún así necesito mis metros cúbicos de aire, luz y sueño.

A Nympha

¿Soportar la fría sensación de tocarte? Nunca fuiste nada, llenaste cada rabioso lugar de mi alma, me destrozaste... me destrozas. Rasgando cada parte de ti, tal como tú rasgabas cada fibra de mí; agresiva, estoica, incontenible.

No me hagas sentir una vez más, suave y fluida cortesana. No converses conmigo porque un sonido basta para seducirme por completo. Recordaré, como siempre lo hago, cada día, cada sombra, cada danza incontrolable, tuya y mía. Eres la cúspide de mi fortuna, la cárcel de mi pasión. Eres libre.

Conocido resplandor, dueño impuesto e imprevisto, acelerados latidos y miradas ocultas, conocedoras, secretas.

Por la única señal de vida que existía en este lugar hace seis años

Dormido

Gritos estúpidos, situaciones sin sentido. Nada es él, él es yo.

¿Soñará él mis sueños? 

Ligera existencia vuelves fuerte toda brisa desenfrenada y fugaz, haz vibrar cada febril lugar, levita bruscamente, así.

y Sentimientos

Entra en el plano perfecto de la razón, cautiva cada fibra, declara cada verdad incierta. Ignora cada desnudez activa, emplea cada palabra inesperada. Sensatez apropiada, peligrosa, ensimismada. Y revive cada golpe de ambición con la cálida remembranza tardía.

Mente joven, claridad.