A delirar, escurrir, odiar, evitar y volver a caer; es el oficio preferido de los destructores, romper cartas, vaciar miradas. Me gustaría no llenar de burbujas el delicado tejido, vivir las leyendas que se escriben en la separación idealizada y cortar las lenguas malas y veraces. La noche es naranja y sólo tiene una mitad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario