sábado, 15 de febrero de 2014

Primero sin alguien luego ya. Increíble lo que el cuello en V hace por nosotros, hace mucho, mucho que no veía el reloj de pulsera tan brillante como ese día, ese día en que todo encajó perfecto menos la despedida, la despedida que nunca comenzó y pasó frente a él volando como esperaba, cómo esperaba ver y por eso el retraso en la llegada que fue recibida con imaginación, imaginación es la que alimenta la historia inexistente pero llegada por un acto real porque los ojos engañaron, engañaron a los sentidos las bocas que son fáciles de mover se mueven y crean sensaciones de importancia, importancia es la que no se tiene en la bitácora del otro, el otro que se mueve por el mundo sin saber la verdad, la verdad que no se entiende ni por uno mismo, uno mismo que valora lo que inventa, inventa el que vio la mirada y planeo el compromiso, compromiso con no entrar de nuevo en materia, materia que no existe, existe aún la esperanza propia

Enero

Nuevo, nuevo pero la misma imagen, imagen de televisor y un nuevo romance, romance para esconder la cara en la oscuridad y fijar ideas, ideas sin fin pero momentos de comida a las tres de la madrugada. Luego la vida de nuevo, no la de siempre, una vida que ocurre sin control, sin medida, sin riesgo, escondida.

Diciembre

No hubo más qué decir pues las quejas de y hacia la vida se acabaron, se acabaron de acabar. Una vista, vista indiferente y se fue del pensamiento dos meses. Nacimientos de pesebre y todo igual, vida y nada más.