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Porque nunca te vas a ir; sigilosa y presente, inigualable, exhaltante. 

Inundas mi alma. La mirada vacía que emana tan naturalmente, el caminar ligero, los brazos al aire... como tú, porque eres tú y soy yo. 

Siempre.

Nosotras

Tanto tiempo dejó lo que negaba ser para al fin encontrar a la que tiene también la mente partida en dos. Dos, la razón de sus palabras. Está sobrevalorado. Así como desarrolló la hipocresía de entender, aunque aún no la de ocultar, tal vez por juventud, tal vez por decisión.

Ahora viene a través del espejo, de él. Ella, ello, tú, yo. Escándalo.

Las cuatro noches blancas que me hicieron despertar.

Si la tengo mantén, resiste. No es el momento, aún no está aquí. Lo estará, cerca, viene... o vamos.

Viena

No lo podía imaginar, pero ahora recuerdas la razón que mantenía escondido ese baúl. Maldice y contrae cada músculo ¿El arrepentimiento? Seguro que sí sufres.

Y tal vez era yo, sólo la historia que nos sigue y que rige cada mal paso.

Y tal vez no era yo y sólo es parte de la extensa realidad, se va.

¿Puedes regresar y hacerme recordar ilusiones? Ilusiones que no viven sólo en ese baúl

Estupor que no me domina y enajenación del placer, imposible.

¿Quién puede resistirlo?

(Mío, sin dudarlo)

Ves una y otra vez palabras que parecen venir de otro lugar, el lugar en el que me divido, en el que soy tú. Llega, llega tan rápidamente y no espera las mil palabras que podría dar, tan vivas, y perdidas en el tiempo.

¿Recuerda cómo es insoportable ese falso acento antiguo? Sin embargo nunca había podido llegar al verdadero fondo de mi corazón

¿Sabes por qué estoy haciendo esto mal?

¿Cómo podría no amar el inmenso mar de porquería dentro de mí? (Personal)

El límite

Si el límite está ahí no habrías elegido uno mejor, tan claro, nunca lo dudaría.

¿Recuerdas las noches de azotes en las llanuras? Las mil flexiones, y eran sólo 8 o 9 las veces que me había odiado.
Y cuando la incapacidad apropiada destruyó la radiación de tu alma, cuando regresaste sin zapatos, cuando palpitaste una noche entera, cuando una mujer rasgó lo último.

No; nunca, nunca lo dudaría.

Lo que haces 

Lo sabes, lo sabes. Sólo quiébrate otra vez

Una roca

Sí, el lugar

Crees, mis miradas, mis palabras, todo lo que es, todo lo que trato y todo lo que no llego a ser. Ves, cada vida, cada amanecer. 

Pero no puedo llegar a ser más, soy, eres... Qué más da. No es un misterio, es  siempre una verdad, una historia escrita, no hay más. Cáscara, máscara, todo. 

En este lugar no hay recuerdos, hay cadáveres de lo que una vez fue... Y ahora está aquí