domingo, 21 de junio de 2015

El límite

Si el límite está ahí no habrías elegido uno mejor, tan claro, nunca lo dudaría.

¿Recuerdas las noches de azotes en las llanuras? Las mil flexiones, y eran sólo 8 o 9 las veces que me había odiado.
Y cuando la incapacidad apropiada destruyó la radiación de tu alma, cuando regresaste sin zapatos, cuando palpitaste una noche entera, cuando una mujer rasgó lo último.

No; nunca, nunca lo dudaría.

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