Entro al mundo por una calle mojada y oscura, oscura de luces pero respandeciente de vida. Sonrío, sonrío hasta reír, casi hasta llorar, casi hace que yo sea una mentira. Es que yo no soy de esa ciudad, yo soy del campo, yo soy de este campo; yo soy de este húmedo lugar con grillos, con pájaros, de este nido; este nido que huele a árbol y a vida, este lugar de mil rosas sin valor, de vida con todo el valor verdadero, de oro.
Yo regreso aquí porque regreso a mí.
Regreso por ese camino de voces y miradas desconocidas. No lo hacía sola hace mucho. Era el centro del mundo, el punto de encuentro, cruce de caminos. El lugar de encuentros en una mesa, de papas en viernes, de magia en viernes. Llévame crucero de la magia, albergue de mis historias de terror, de amistad, la cama más cómoda a las 4 de la tarde.
Me voy pero regreso, regreso porque este es el lugar, mi lugar, hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario