lunes, 24 de julio de 2017

Religión II

Con las entrañas ácidas, es el sonido de algo que no escribí, de lo más excitante de los años, de lejanas líneas a las que estoy unida. Ya no me asusta, no, exhalar el aire que necesite para no estallar, romper familias y volar sin lentes italianos. Es el camino, es mi devoción.

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