sábado, 16 de octubre de 2010

Sobre la (o)presión.

Muchos dicen entender el mundo, yo también.
En el universo hay "algo", decímosle Presión, que está definida matemáticamente como una a la que llaman fuerza aplicada en un espacio de dos dimensiones a la que se le nombra superficie. Cada material, de lo que se hace un cuerpo, tiene un aguante, una resistencia a esta presión, dícese un "tope" hasta el que no se quiebra, hasta el que no se rompe.
Y me dicen que por qué unos deben oprimir a otros, sus semejantes; que por qué unos deben explotar niños, pubertos y mujeres, que por qué no dejamos del todo la esclavitud. Pues mi respuesta, mía y solo mía, es que las únicas buenas personas son los opresores. Cuando una comunidad, sociedad, organización de personas es oprimida, que se aplica una fuerza en su superficie, primero estos responderán de forma tonta, de forma irracional, arrugarán la frente y apretarán los dientes; segunda etapa de opresión y las gentes empezarán a gritar, empezarán a actuar salvajemente, empezarán a linchar; tercera parte de la opresión y entonces nadie hablará, entonces todos lucirán normales, entonces todos serán obreros, entonces habrán pensado, se habrán organizado, estarán escribiendo, murmullando; cuarta etapa de la opresión y entonces todo el sistema habrá cambiado, los obreros dominarán tu casa, a tu mujer y habrán seducido con sus ideas a tus hijos, para después, éstos, aburrirse de la calma de la marea y volver a oprimir hombres.

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